No puedo dejar de pensar en Ana y en todas las cosas que me ha contado, parece extraño pero aún recuerdo cuado era niña... Tenía manías como las mías, siempre sola y callada, siempre apenada y algunas veces torpe, esa forma de sonarse la nariz, los labios rojos cuando tenemos sed y hasta la manera de limpiar nuestro lentes, nosotras en ves de querer ser princesas queríamos ser príncipes... Hace unos cuantos meses me enteré que mi sobrina de 17 años es Lesbiana, de momento pensé... Qué bien por lo menos no me sentiré tan sola, ahora tengo con quien hablar de cosas de mujeres, por que por más que mis hermanas y mi madre lo acepten y lo asimilen es dificil hablar con ellas de esos temas.
Ana me dijo que cuando le dijo a su mamá (mi hermana) sobre sus preferencias ella no hizo más que darle la espalda, abofetearla, insultarla, aún me pregunto por qué lo hizo si de alguna manera ya lo había pasado conmigo y según ella lo había tomado bien, tal ves como dicen... es diferente cuando uno tiene hijos pero aún así continúo sin poder entender, me hubiera gustado estar cerca de ella y de mi hermana pero en fin.
Ahora son otros tiempos, Ana y yo tenemos una excelente comunicación; ya no hablamos de cosas de niñas, ya no hablamos de partido del próximo fin de semana, ni de qué dulces son nuestros preferidos...Las platicas han cambiado, ella cree que soy una experta pero si supiera que igual que ella me faltan muchas cosas por aprender y descubrir entonces no me preguntaría cosas como "tía como puedo encontrar el punto G en mi novia, como es lo del sexo oral, qué es pasiva y activa, cómo fue tu primera ves, qué hago para sentirme segura, qué hago para que ella no me deje", no puedo evitar sonrojarme , a veces ni yo misma sé la respuesta a todas sus preguntas pero me gusta que pregunte y yo de alguna manera sacarla de sus dudas, me hubiera gustado tener a una tía que me explicara qué hacer en mi primera cita, en mi primera decepción, con mi primer amor...
Lo ultimo que me pregunto fue ... Qué hago para ser feliz, qué hago para lograr un hogar como el tuyo y no quedarme sola toda la vida..., si supiera qué difícil es ser feliz, si supiera que formar un hogar es una de las pruebas más difíciles de la vida, por que aun que hay amor hay problemas, aun que hay ilusiones a veces hay decepciones, todo es cuestión de entendimiento y de uno mismo querer.
Llegó su momento...de crecer, de sentir el dolor de la decepción, de amar y por qué no... de ser feliz, me encanta la idea de estar ahí para levantarla cuando se caiga... así como cuando éramos niñas...